Por: Gloria Barona
Asesora de Comunicaciones*
BCBVC
La Torre de Cali, uno de los iconos más representativos de la ciudad, fue testigo silencioso de la crueldad humana.
Anoche en sus vidrios quedaron reflejadas las llamas de dolor que quemaban nuestra flora y fauna. Duele pensar el infierno que estaban viviendo todas las especies que habitaban en ese ecosistema, que en medio de las llamas salían despavoridas buscando un refugio donde salvaguardarse, mientras otras murieron en el intento y simultáneamente nuestros Bomberos arriesgaban sus vidas para apagar el incendio y evitar que barrios enteros se quemaran.
La verdad es que la foto como foto es bella, pero como realidad es cruel.
Yo no se quien la tomó, para darle el crédito, por esa mirada sensible que nos invita a la reflexión y al cambio, pues más allá de la lente que captó la foto, hay una realidad que asumir.
El llamado es a la sensatez, a la responsabilidad, a medir consecuencias y a aplicar correctivos. De lo contrario todos mereceríamos salir dibujados en ese reflejo de la Torre de Cali, como símbolo de la vergüenza y la indiferencia.
Así que de nosotros depende, cómo queremos salir en la próxima foto !!