Búhos, zarigüeyas y una pigüa volvieron a la naturaleza en la Reserva Natural de la Sociedad Civil Nirvana, ubicada entre los municipios de Palmira y Pradera en la cuenca hidrográfica del río Aguaclara. En lo que va corrido del año la CVC ha atendido 954 individuos de fauna silvestre y liberado 179 de ellos.
Un final feliz tuvo el proceso de cuatro búhos de la especie Megascops choliba que tras ser criados y rehabilitados fueron liberados hoy, junto a individuos de otras especies, en la reserva natural Nirvana, como celebración del Día Internacional de la Biodiversidad.
Los cuatro ingresaron al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, CAV, de la CVC como polluelos debido a que se cayeron de sus nidos y fueron capturados por personas que pensaron que estaban solos. Ingresaron al área de crianza bajo cuidado profesional donde tuvieron alimentación asistida y luego transición a dieta sólida.
“Durante su estadía se les realizaron ejercicios de vuelo y tomas de sol diario para verificar su adecuado crecimiento y desarrollo. Se les fomentó comportamientos típicos de la especie como acechar, perchaje alto (pararse y agarrarse por ejemplo a una rama) y localización de sonidos de presa, entre otros”, explica Marco Antonio Suárez Gutiérrez, director general de la CVC.
“Luego fueron trasladados a recintos externos para su rehabilitación y expuestos a sonidos de presas y de depredadores y se les incentivó la caza con presas vivas, además de ejercicios de vuelo y valoración de su capacidad respiratoria”, añade Suárez Gutiérrez.
Un proceso similar tuvo una pigüa, Milvago chimachima que por causas desconocidas no podía ponerse en pie. Estuvo hospitalizado cumpliendo tratamiento y proceso cuarentenario y evolucionó hasta perchar adecuadamente y tener reflejo de defensa con sus patas. Fue rehabilitado con ejercicios de musculatura, capacidad respiratoria y pruebas de caza. Hoy satisfactoriamente, fue liberado.
En lo que va corrido del año, la CVC ha atendido 954 individuos de fauna silvestre y logrado la rehabilitación completa y liberación de 179 de ellos.
Además de los cuatro búhos y la pigüa, en la jornada se liberaron cuatro zarigüeyas Didelphis marsupialis que ingresaron al CAV siendo crías. En dos casos, sus madres murieron por ataque de animales domésticos (perro y gato) y las otras dos fueron abandonadas por sus madres por motivos desconocidos.
“Los que ingresaron al área de crianza bajo cuidado profesional inicialmente tuvieron seguimientos alimenticios especiales. Durante su estadía se les realizaron ejercicios de locomoción en superficie plana y en arbustos. Diariamente tuvieron toma de sol para verificar adecuado crecimiento”, explica Suárez.
“Como en los casos anteriores, se les realizaron enriquecimientos ambientales, o sea, añadirles elementos para mejorar su bienestar físico y emocional y fomentar comportamientos típicos de la especie, en este caso forrajeo y búsqueda de presas vivas, sobre todo insectos, respuestas a sonidos de depredadores y de presas así como la reacción a diferentes olores”, añade.
“Cuando los individuos culminaron su proceso de crianza, fueron trasladados a recintos externos para comenzar proceso de rehabilitación. Las actividades realizadas fueron sonidos de presas y depredadores para incentivar la tanatosis, que es su mecanismo de defensa consistente en quedarse quietas simulando estar muertas”, explica el funcionario.
Los nueve individuos fueron liberados en la Reserva Natural de la Sociedad Civil Nirvana, ubicada entre los municipios de Palmira y Pradera en la cuenca hidrográfica del río Aguaclara, y que tiene una extensión de más de 100 hectáreas de bosque subandino y es un importante corredor biológico donde se conecta el páramo de Las Hermosas con la Cordillera Central.
Recientemente en el Pacífico vallecaucano se liberaron también 23 tortugas de diferentes especies, 13 boas constrictor, 6 caimanes y 26 cangrejos azules, para un total de 68 especímenes de fauna silvestre que ese día regresaron a su hábitat natural.
Edición: Freddy León Cuéllar
Fuente: Dirección de Comunicaciones CVC